Las várices son dilataciones venosas de trayectos tortuosos como consecuencia de una insuficiencia venosa periférica que se produce por el estancamiento y aumento de presión dentro de las venas produciendo la dilatación y disfunción valvular que normalmente ayudarían a mantener el retorno sanguíneo al corazón. Este problema es más común que ocurra en las mujeres y existen muchas causas que pueden dar origen a ello, tales como embarazos, hormonas, mala circulación, estar mucho tiempo de pie o sentado, herencia, entre otras causas. Las varices además de lo antiestético de su apariencia, pueden causar molestias, tales como:
Independientemente de su tamaño, existen tres importantes clasificaciones de las varices que se deben valorar para poder dar tratamiento:
Telangiectasias:
Son venas muy pequeñas que producen las famosas telarañas violetas.
Várices:
Venas subcutáneas que están dilatadas y pueden producir pequeñas molestias.
Insuficiencia venosa crónica:
Son las várices que no se han tratado, por lo que se encuentran en estado avanzado y pueden provocar úlceras varicosas o problemas cardiovasculares.
El tratamiento indicado será de acuerdo al tipo de várice y dependiendo del estado en que se encuentren, pueden ser eliminadas a través de la escleroterapia inyectada y el láser. Te invitamos a hacer click en cada una para conocer cómo funcionan.
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